¿Te imaginas un día en el que todo se detiene, las calles se vacían y la gente no sale de casa? Y no, no nos referimos al confinamiento por COVID. Estamos hablando del Día de Nyepi, también conocido como el día del silencio, la festividad más especial del calendario lunar balinés.
El Día de Nyepi marca el inicio del Año Nuevo balinés y se celebra entre los meses de marzo y abril, coincidiendo con la primera luna nueva. Este 2022 la fecha señalada fue el 3 de marzo y la isla se quedó en silencio absoluto durante 24 horas. Nyepi es una tradición única en el mundo y muy diferente a las costumbres occidentales asociadas a la fiesta, la diversión y los fuegos artificiales. Es un día para dedicarse únicamente a la meditación, la contemplación y la reflexión.
Desde las 6 de la mañana hasta las 6 del día siguiente, la vida se detiene por completo. Nadie tiene que hacer nada. Los negocios permanecen cerrados, no hay tráfico, no se permite acceder a las playas ni a otros lugares naturales y la gente (tanto locales como extranjeros) debe quedarse en casa. Bali se convierte en una isla fantasma. Hasta el aeropuerto de Denpasar cesa su actividad y no hay vuelos ni entrantes ni salientes. El tráfico aéreo también es desviado para no perturbar el silencio de abajo. En Nyepi, las únicas personas que tienen permitido estar en la calle son los pecalang, agentes de seguridad locales que garantizan el cumplimiento del silencio.
Nyepi se basa en 4 importantes filosofías:
🚫 Amati Geni: No encender el fuego ni la luz.
🚫 Amati Karya: No trabajar.
🚫 Amati Lelunganan: No realizar desplazamientos.
🚫 Amati Lelanguan: Ayunar y abstenerse de cualquier entretenimiento.
Antes de Nyepi, los balineses realizan rituales ceremoniales ligados al nuevo año que culminan la víspera del día del silencio con el desfile de Ngrupuk y sus Ogoh-ogoh. Los Ogoh-ogoh son grandes figuras grotescas que representan demonios, brujas, fantasmas y criaturas a las que les gusta perturbar la vida de los humanos. Estas esculturas están hechas con materiales ligeros como el papel maché y desde el 2019 se prohibió usar espuma de poliestireno para que el desfile sea más respetuoso con el medio ambiente. Cada pueblo fabrica su Ogoh-ogoh y los jóvenes son los encargados de llevarlos en plataformas de bambú durante todo el desfile.
La palabra ogoh-ogoh deriva del balinés "ogah-ogah", que significa “sacudir”. Las estatuas se agitan para que parezca que se mueven y bailan. También es una forma de zarandear los vicios que deben mantenerse alejados de los humanos. Más allá de la ceremonia, en los últimos años el desfile de Ngrupuk se ha convertido en una competencia entre pueblos para hacer el Ogoh-ogoh más grande y aterrador.
Todo el desfile es acompañado por el sonido de campanas y otros instrumentos de percusión tradicionales. El objetivo es hacer el mayor ruido posible para llamar la atención de los espíritus malignos, que entran dentro de las monstruosas figuras. Tradicionalmente, la ceremonia termina con grandes hogueras para quemar los Ogoh-ogoh como símbolo de purificación.
Con las calles despejadas y exorcizadas, cualquier fuerza malvada que regrese al día siguiente durante Nyepi creerá que Bali está vacía al no ver ni escuchar a nadie en toda la isla. Confundidos, los espíritus malignos se irán y el Año Nuevo empezará sin malas vibraciones.
Muy, muy interesante!!
Creo que parar de vez en cuando y no hacer nada, solo meditar y contemplar la vida, puede ser muy positivo!