Bali es una isla de gran riqueza cultural y con tradiciones centenarias muy arraigadas. Como extranjero, es inevitable experimentar contrastes con respecto al mundo occidental y en este post vamos a compartir los 10 choques culturales más impactantes que hemos vivido en esta tierra.
1. La puntualidad
En la cultura balinesa, el tiempo se percibe de manera más flexible y relajada. Es habitual no seguir horarios rígidos y esto afecta directamente a la puntualidad, que no es un valor tan fundamental como en las sociedades occidentales. Llegar a una cita 10, 20 o hasta 30 minutos tarde es algo que puede considerarse común y aceptado en ciertos contextos.
2. Las sonrisas
Ir andando por la calle, cruzarte con un balinés y que te sonría de oreja a oreja es una escena que se repite a diario en la isla. Esta amabilidad y hospitalidad sorprende porque es genuina, la gente es cálida por naturaleza. Acostumbrados a los ambientes más impersonales de las grandes ciudades, en Bali la conexión humana y la empatía son primordiales.
3. Los cumpleaños
En las culturas occidentales el cumpleaños es especial y se celebra con comida, regalos y fiesta. En Bali no se le da el mismo énfasis y, en vez de enfocarse en el día del nacimiento de una persona, la importancia la tienen los ciclos de vida y los rituales religiosos y espirituales. Así pues, lo de soplar velas y pedir en deseo no es una práctica para nada habitual.
4. La religión
La religión es un pilar fundamental de la cultura balinesa y algo que comparten todas las generaciones, desde los más pequeños hasta los ancianos. Con las ofrendas, las ceremonias y los omnipresentes templos, la isla es sin duda un lugar espiritual. En otros países la fe va cada vez más en descenso, pero en Bali es un elemento vital en el día a día de las personas.
5. El concepto de belleza
Mientras que en occidente la gente espera ansiosa el verano para tomar el sol y broncearse, en Bali el ideal de belleza es tener la piel lo más clara posible. Por eso, se tapan las extremidades con mangas y pantalones largos y hasta usan cremas con efecto blanqueante para la cara. ¡Un claro ejemplo de que siempre se quiere lo que no se tiene!
6. El trato hacia los animales
Existe cierto desapego hacia los animales en Bali. Es habitual ver perros y gatos abandonados en las calles y la gente local los asume como parte del paisaje. Esto se debe a que históricamente se han considerado más como animales de trabajo o de protección, en lugar de compañeros domésticos como es el caso en las culturas occidentales.
7. El decir "no"
En Bali, y en los países asiáticos en general, a la gente le cuesta mucho decir que no. Con el objetivo de evitar situaciones incómodas o conflictivas, las negativas acostumbran a materializarse con un "quizás", "a lo mejor" o "ya veremos". Esto puede generar situaciones confusas para los visitantes occidentales acostumbrados a respuestas más directas y firmes.
8. La conducción
El tráfico en Bali es un caos comparado con las normas occidentales: los carriles son meras sugerencias, los semáforos a menudo se ignoran, las motos sirven para transportar familias enteras y los cascos son optativos. En caso de conducir, es importante mentalizarse y recordar que la prudencia, la paciencia y la cortesía son esenciales en las carreteras de la isla.
9. La propiedad privada
Los balineses tienen un fuerte sentido de comunidad y el robo es considerado una ofensa grave, no sólo legalmente, sino también espiritualmente. Como resultado, los hurtos son raros en comparación con otras sociedades. Este respeto por la propiedad ajena proporciona una sensación de seguridad y tranquilidad, tanto para los locales como para los turistas.
10. El espacio personal
No es raro que un balinés se te acerque para hacer una pregunta, ofrecer ayuda o simplemente para entablar una conversación amigable. Este comportamiento puede parecer invasivo para aquellos acostumbrados a una mayor distancia personal, pero para los balineses es simplemente una muestra de interés y cortesía.